Isabel Pastor, caso de éxito en Synergym Málaga Los Tilos

lunes 4 julio, 2016

Caso real-Isa Pastor 2
Mi nombre es Isabel, socia de Synergym Málaga Los Tilos. Tengo 29 años y siempre he sido gorda, no, no es una ofensa, es una realidad. De «chiquitita» siempre te dicen que «eres de huesos anchos» o, como le gustaba decir a mi madre, «jaquetona». Llegas a una edad que donde tus compañeras de clase compran en moda infantil y tu estas en la de señora y ahí ya empiezas a notar que algo raro pasa. Los médicos empiezan a decirle a tu madre que tienes que perder algo de peso, que es por tu salud y por el día de mañana y ya empezamos con las dietas… Creo que he hecho todas y cada de las dietas que existen. ¿La piña? ¡Ni olerla a día de hoy! Ni que decir tiene que eso no llegaba a buen puerto. Sí, se bajaba de peso, unas veces más y otras menos, pero siempre volvía kilo a kilo a subir. Sigues creciendo y lo que tus compañeras de instituto llevan de ropa, tú no te lo puedes poner. No es porque no te guste, es que de tu talla no hay; buscar un pantalón, una odisea.
Aprendes a aceptarte, y a vivir con ello, porque, a decir verdad mis kilos a mí nunca me han pesado. ¿Que he querido adelgazar? ¡Claro! Pero nunca ha sido mi prioridad principal. Tengo +15 en carisma y para tus verdaderos amigos, da igual que tengas una 38 o una 54.
Pero llega ese día en el que te planteas tu vida. E día en el que domingo tras domingo estas en el sofá y no estás conforme con tu vida. El día en el que prefieres perder el autobús a salir corriendo por que sabes de sobra que no vas a llegar. Y el día en el que agacharte para atarte los cordones es una pereza tan grande que el simple hecho de pensarlo te hace resoplar. Empiezas a pensar en niños y que te gustaría correr con ellos, no solo en el embarazo, si no en el después, y en que no quieres ser una madre sentada en un banco mientras tu niño juega, no, me niego.
Un día hablando con mi novio le comenté de apuntarme al gimnasio, que ya no tenía el mismo fondo de antes, que aunque pesara igual todo me costaba más. Y pasamos por delante de un letrero enorme y turquesa, me pare y me reí. Coincidencias que no pueden pasar desapercibidas. Llegué a casa y me apunte ese mismo día por internet en www.synergym.es.
Al principio te cuesta incluso ir. Es incluir una rutina nueva a tu ya ajetreada vida. Te marcas unas «mini» metas y ves que las vas cumpliendo. Empiezas a meterte en clase y ves como los mismos monitores se preocupan en corregirte, en estar encima tuya, que no faltes y, sobre todo, en motivarte. Las primeras clases fueron realmente duras, ya no solo por la clase en sí, si no el verte torpe, no terminar los ejercicios. Esa sensación de agotamiento y, como no, las agujetas. Después de mi primera clase de Body Pump no podía apenas andar.
Los meses han pasado y me levanto por las mañanas pensando a que clase puedo acudir ese día, porque a pesar de que tengo ya mis clases fijas, intento siempre dar un poco más de mi. Ya he perdido 7 kilos, que tampoco es tanto, pero he conseguido un fondo físico que nunca he tenido. Me siento mucho más ágil y más fuerte. Y lo mejor de todo, mi humor. Nunca he estado más a gusto conmigo misma y de mejor humor que ahora. Mis amigos ya conocen mis saludos. Ya no son buenos días. Ahora son «buenos pumpdias» o «buenos combatdías» o mi favorito, el grito de guerra… GRIT! GRIT! GRIT!.
De corazón, gracias todo el equipo de Synergym Málaga Los Tilos. Fit Together!
Isabel Pastor
SynergymLover de Synergym Málaga Los Tilos