¿Entrenar todos los días o descansar? Seguro que todos hemos oído alguna vez la expresión “Menos es más”. Esta afirmación se suele relacionar al descanso en el entrenamiento. Entonces…
¿Cuánto tiempo debo descansar entre entrenamientos?
Es muy importante que la sesión de entrenamiento se realice en óptimas condiciones para poder sacar todo el potencial a nuestro cuerpo. Para ello, la recuperación entre esfuerzos debe ser suficiente y reparadora. De poco nos sirve hacer 5 sesiones de entrenamiento a la semana si no las vamos a exprimir al máximo. Es mejor hacer 3 sesiones con la energía y vitalidad necesarias para resistir la sesión completa del día. A esto hacemos referencia cuando utilizamos la afirmación «Menos es más».
¿Por qué es tan importante el descanso?
La importancia del descanso radica básicamente en la función hormonal de nuestro cuerpo. Mientras dormimos, reducimos el estrés y aumentamos la producción de testosterona, fundamental en la recuperación y crecimiento muscular; fortalecemos nuestro sistema inmune; aumentamos el riego sanguíneo en los músculos y las articulaciones y la respiración es más lenta, lo que hace que se oxigenen todas las células, preparándolas para el esfuerzo del día siguiente. Además, mientras dormimos también se liberan las tensiones de la jornada.
¿Cómo distribuir la carga del entreno?
Uno de los puntos más difíciles de controlar a la hora de realizar una planificación no siempre es la cantidad de carga de entrenamiento, sino en cómo se distribuye esa carga, y sobre todo, la recuperación entre estímulos. Es de vital importancia el estar en condiciones óptimas para afrontar un nuevo entreno y para evitar la no deseada sobrecarga o fatiga producida por la falta de descanso. No sólo se mejora con el entrenamiento duro, también necesitamos tiempo para asimilar esos entrenamientos. En estos casos el descanso juega un papel tan importante como puede ser la alimentación o la hidratación.
Consejos para descansar correctamente entre entremamientos
Dada la importancia del descanso debemos fijarnos en una serie de factores cotidianos que a simple vista no parecen de gran relevancia.
1. Dormir 8 horas: Lo principal es procurar dormir 8 horas (por la noche). Si se duerme siesta, intentar no superar la media hora.
2. Evitar estimulantes: Evitar todo tipo de estimulantes como cafeína, teína, etc. en horas cercanas al sueño.
3. No hacer comidas copiosas: Procurar no hacer comidas copiosas o pesadas antes de dormir, ni entrenamientos intensos, ya que el cuerpo seguirá excitado y nos será difícil conciliar el sueño.
Con estos consejos y sobre todo sabiendo escuchar a nuestro cuerpo, podemos ir regulando de manera eficiente nuestra energía en el deporte y actividades cotidianas.